¿Hay algo que cause más agobio a un deportista cometer un error? Lo peor no es fallar, lo peor es gestionarlo de manera dramática y excesivamente negativa. Fallar es inherente al deporte, sufrir o no por ello, depende de ti. Empieza a enfocar el error de una manera diferente y empezarás a sentirte de manera diferente.
Cuando trabajo con algún deportista que se siente bloqueado o superado por la presión, siempre hay un factor que está presente en esa sensación tan desagradable. El miedo a fallar. Desde luego que un análisis en frío le quita cualquier validez a esa emoción, porque todos entendemos que el error está presente en nuestras vidas y por supuesto está presente en el deporte. Sin embargo, seguro que tú también coincides conmigo en que en muchas ocasiones una mala gestión de los errores cometidos lleva a un agobio y a un hundimiento del deportista del que es muy difícil salir.
Está claro que a todos nos molesta cometer errores. El hecho de no sentir que controlamos la situación, en general nos disgusta. Como siempre te digo, el deporte no solamente no es una excepción, sino que además acentúa esos malos sentimientos. Tus errores van a favor de otra persona, que además es tu adversario (¿qué podría ser peor?). ¿Te parece razón suficiente para que te influya más todavía? Pero si cabe, es mucho más latente al darme cuenta de que con cada error que cometo estoy menos preparado para alcanzar mi meta y sobre todo me hundo en una sensación de falta de capacidad.
Como verás, estoy utilizando palabras muy grandilocuentes. Debo reconocer que me gusta hacerlo, pero también debo aclararte que es así como te habla un deportista cuando comenta la desagradable situación por la que está atravesando. Parece que fallar, y por supuesto fallar repetidamente, no solamente está prohibido para él, si no que significa el final de todo. ¿Te te sucede a ti también?
Se me viene ahora a la memoria está famosa frase del entrenador inglés del Liverpool en los años 60:
"Algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte. Pero es mucho más importante que eso." – Bill Shankly (conócele mejor en este artículo ).
Bueno pues realmente creo que sí hay deportistas (y entrenadores y padres de deportistas) que piensan que el deporte es mucho más importante que una cuestión de vida o muerte. Y seguramente viven los errores que cometen como fracasos que quedan grabados a fuego en su memoria y en su estado anímico. Sólo tienes que darte una vuelta por alguna competición de fin de semana de deporte formativo y podrás ver cómo muchos afrontan como auténticos dramas los errores y las situaciones adversas.
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¿Y qué puedes hacer cuando cometes un error en el deporte?
En este caso, te diré que la solución, por supuesto está en ti, y se esconde detrás de un cambio en la forma de ver las cosas. A continuación, te voy a dejar algunas claves que seguramente te van a resultar tan obvias, que pensarás que no son necesarias ni comentarlas. Sin embargo, el que parece obviarlo es el deportista (o entrenador o padre de deportista) cuando está en el "fragor de la batalla".
LOS BUENOS TAMBIÉN FALLAN.
¿Te habías dado cuenta? Reconozco que es la más grande de las “obviedades obvias”. Pero dime un solo deportista profesional que no se equivoque durante un partido. Si eres capaz de entender que tú no eres un deportista profesional y que tienes todo el derecho a fallar, empezarás a afrontar esos errores de otra manera.
EL ERROR ES NO APRENDER.
Una vez que entiendes que no existiría el deporte sin error, tampoco para ti, ahora de lo que se trata es que te apoyes en ese error para ser cada vez un poco mejor. Pregúntate en qué sueles fallar últimamente, y busca ayuda para entrenarlo más a fondo. Si no se te ocurre la forma, seguro que en tu entorno tus entrenadores te echarán una mano.
EL FRACASO LO MARCAS TU.
Del mismo modo que tú eliges cuáles son tus metas y, por lo tanto, cuál es tu éxito, el fracaso también lo marcas tu. Así que cada vez que utilices esa palabra, revisa cuáles eran tus expectativas y sobre todo valora que te aporta sentirte un fracasado. Te repito que, con un trabajo de reflexión y aprendizaje, la sensación de fracaso desaparece.
EL ERROR NO VIAJA EN EL TIEMPO.
De momento no se ha inventado la máquina del tiempo que nos lleva de una época a otra. Para los errores tampoco. Por eso, te aconsejo que dejes de traerte al presente los errores que cometiste en el pasado. El hecho de que te hayas equivocado en un partido en un pase, un golpe, disparo, una ejecución, no quiere decir que vayas a volver a hacerlo ahora. ¿Te imaginas jugar siempre centrado en el momento presente?
Saca tus conclusiones.
Te invito a que saques tus propias conclusiones de este artículo que he pretendido enfocar en tono desendado. Desde luego, te recomiendo que desdramatices lo que sucede dentro de tu campo de juego, y si realmente es algo que te preocupa mucho, que comiences a afrontarlo de manera proactiva. Es decir, te invito a que empieces a buscar soluciones a lo que te pasa.